Felipe Alarcón estructura su creación basándose en series temáticas, que comprenden reflexiones de carácter social, mezcladas con un fuerte sentimiento existencialista, como ocurre con ‘Crónicas Milenarias’, o motivadas por un acontecimiento político, como es el caso de ‘Crónicas del Terror’, realizada a raíz de los luctuosos sucesos del 11-M. Mientras que, en otras, como ‘Muñecas de papel’, pone el acento en la mujer, en la idea de la esencia femenina o bien aborda con una cierta ironía la singularidad y la verdadera idiosincrasia de la belleza del sexo débil. La última serie del pintor cubano afincado en España, es la denominada ‘Serie Dalí’, en la que rinde homenaje al genio ampurdanés de Figueres.
Felipe Alarcón basa su producción pictórica en el dibujo, en el dominio de la composición, abordando las diferentes temáticas dentro de una combinación de expresividad e inocencia, como resultado de su visión pura y de su pensamiento crítico ante los acontecimientos mundiales. Incorpora también el dibujo a través de los collages, empleando fragmentos de otros dibujos suyos para emplazarlos en nuevas series. Asimismo sus frecuentes collages, están formados por fotografías, instantáneas de personajes, acontecimientos y noticias, relojes, aparatos o maquinaria. En ‘Crónicas Milenarias’ el collage domina de forma masiva, intentando tapizar literalmente la superficie de la tela, aunque con zonas en las que también hay una fuerte presencia del dibujo, parte indisoluble de su discurso. En este contexto también posee su espacio la pintura.
‘Crónicas Milenarias’ exhibe un repaso de los acontecimientos más importantes de la historia, dentro de un afán de abarcar e interpretar momentos. En dicha serie pretende establecer un análisis a grandes trazos de los principales hitos, buscando en todo instante el protagonismo personal, empleando los hechos puntuales como base para hilvanar sus propias teorías. Su intención es revivir o bien vivir por primera vez, saboreando los acontecimientos, exprimiéndolos, porque su filosofía está basada en el pensamiento de que hay una sola existencia.
En el ámbito técnico se muestra interesado en la conjunción de lenguajes plásticos, en los que la pintura es básica, pero siempre incardinada con el dibujo, el collage o bien con ambos.
En la ‘Serie Dalí’ elimina la presencia masiva del collage, buscando un discurso más espacial, recuperando protagonismo la pintura, pero siempre en combinación con el dibujo. Abarca todos los mitos e iconismos más importantes del genio de Port Lligat, la filosofía daliniana, su vena de ‘voyeur’, investigador, pintor, artista, creador, científico, literato, genio… En el mundo daliniano, Gala, su mujer y musa, su amor terrenal e inmortal. Dalí artista, pero, sobre todo, genio. Un genio extraordinario, y a la sombra del mismo, en algunas obras, vemos la foto personal de Felipe Alarcón, actuando de creador-admirador. En esta serie el artista cubano ha conseguido alcanzar un cierto grado elevado de experimentación, dado que ya no busca acabar la obra de forma meticulosa sino que trabaja pictóricamente la composición, mostrando el gesto expresivo y la rotundidad simbolista surreal, estableciéndola a través de elementos como las frutas o bien las imágenes de Dalí o Gala, convenientemente emplazadas.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte