FELIPE ALARCÓN, NOSTALGIA MADRID
Felipe Alarcón, el pintor cubano-español, residente en Madrid, ha producido su última serie titulada «Nostalgia Madrid» una visión de la capital de España muy personal, en la que mezcla cuestiones del subconsciente, con otras de la alegoría surrealista, con la evidencia irónica que le caracteriza y su control del espacio-tiempo.
Se trata de una serie especialmente concebida para resaltar la dinámica de Madrid, la fuerza que encierra en sí misma, es decir la voluntad de generar energía y de concederse la determinación de la materia.
Edificios, personas, personajes, su propia mujer, caras conocidas y otras desconocidas, todas ellas son el paisaje humano global, formado por un conjunto de evidencias, detalles, rostros ensoñadores y otros que no lo son tanto
.
Se nutre de la dinámica de la esencia energética, combinando en su pintura, realizada en técnica mixta, collages a base de fotografías, fragmentos de recortes de fotos, dibujos y el color.
Encuadra el centro de la composición, centrando la dinámica compositiva, en la que muestra edificios y personas en plena vorágine, como si salieran de una elipse del tiempo, que aún mantiene su poética vitalista.
Madrid, la capital, la ciudad, el centro del diálogo para los seres humanos que estamos con ella.
Ciudad de ciudades, eje centrípeto, llena de libertad, también de soledad, compras, rebajas, verano, sol, soledad de nuevo, poetas envolventes, pintores que se sacuden la tristeza y la melancolía con la determinación de la transformación energética del medio en el que viven mediante su visión artística.
Madrid, ciudad emblemática, edificios altos, Nueva York en la cima, la potencia de Berlín, la evidencia de Barcelona en el Barrio de Salamanca, Carlos III, la Puerta de Alcalá, la actitud de quienes viajan por el tiempo, consolidando su acción, viendo rostros, caras, casas, rascacielos, consecuencias de la transformación.
Madrid, pueblo, hoy ciudad, el futuro, la circunstancia en la elegancia, construcción, edificios que son rascacielos, bloques, formas, geometría, estudio de la perspectiva, en una vorágine, donde el tiempo lo consume todo
.
Soledad, silencio, masa, gente, melancolía, alegría y tristeza. Bazas por jugar, la salida del descanso, la serena contemplación de lo vigente, fuerza, emblema, lado, costado, formulación de lo evidenciado.
Felipe Alarcón, que busca la verdad y detalla cual notario las circunstancias de la vivencia del hoy en cada rincón de un Madrid cosmopolita, lleno de recuerdos, de determinación energética, de austeridad castellana, pero, a la vez, de directas contestaciones a preguntas elípticas.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA)